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Saturday, June 4, 2011

THE CELEBRATION OF THE CHRISTIAN MYSTERY
Catechism of the Catholic Church - with paragraph number

Why the liturgy?

1066 In the Symbol of the faith the Church confesses the mystery of the Holy Trinity and of the plan of God's "good pleasure" for all creation: the Father accomplishes the "mystery of his will" by giving his beloved Son and his Holy Spirit for the salvation of the world and for the glory of his name. Such is the mystery of Christ, revealed and fulfilled in history according to the wisely ordered plan that St. Paul calls the "plan of the mystery" and the patristic tradition will call the "economy of the Word incarnate" or the "economy of salvation."

1067 "The wonderful works of God among the people of the Old Testament were but a prelude to the work of Christ the Lord in rescuing mankind from wrong doing and giving perfect glory to God. He accomplished this work principally by the mystery of his Passion, Resurrection from the dead, and Ascension, whereby dying he destroyed death, rising he restored life. For it was from the side of Christ as he slept the sleep of death upon the cross that there came forth ‘the wondrous sacrament of the whole Church.'" For this reason, the Church celebrates in the liturgy above all the mystery by which Christ accomplished the work of our salvation.

1068 It is this mystery of Christ that the Church proclaims and celebrates in her liturgy so that the faithful may live from it and bear witness to it:

For it is in the liturgy, especially in the divine sacrifice of the Eucharist, that "the work of our rescue is accomplished," and it is through the liturgy especially that the faithful are enabled to express in their lives and manifest to others the mystery of Christ and the real nature of the true Church.

What does the word liturgy mean?

1069 The word "liturgy" originally meant a "public work" or a "service in the name of/on behalf of the people." In Christian tradition it means the participation of the People of God in "the work of God." Through the liturgy Christ, our redeemer and high priest, continues the work of our rescue in, with, and through his Church.
1070 In the New Testament the word "liturgy" refers not only to the celebration of divine worship but also to the proclamation of the Gospel and to active charity. In all of these situations it is a question of the service of God and neighbor. In a liturgical celebration the Church is servant in the image of her Lord, the one "leitourgos"; she shares in Christ's priesthood (worship), which is both prophetic (proclamation) and kingly (service of charity).

Friday, June 3, 2011

Symbol of Christ and the Four Evangelists
THE REVELATION OF GOD

http://www.usccb.org/catechism/text/pt1sect1chpt2.shtml
 God Reveals His "Plan of Loving Goodness"

"It pleased God, in his love and wisdom, to reveal himself and to make known the mystery of his will. His will was that men should have access to the Father, through Christ, the Word made flesh, in the Holy Spirit, and thus become sharers in the divine nature."

God, who "dwells in unapproachable light," wants to communicate his own divine life to the men he freely created, in order to adopt them as his sons in his only-begotten Son. By revealing himself God wishes to make them capable of responding to him, and of knowing him, and of loving him far beyond their own natural capacity.

The divine plan of Revelation is realized simultaneously "by deeds and words which are intrinsically bound up with each other" and shed light on each other. It involves a specific divine pedagogy: God communicates himself to man gradually. He prepares him to welcome by stages the supernatural Revelation that is to culminate in the person and mission of the incarnate Word, Jesus Christ.
La vida del hombre: conocer y amar a Dios
Extraido de la doctrina catolica
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P2.HTM

Dios, infinitamente Bienaventurado, en un designio de amor ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En él y por él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.

Para que esta llamada resuene en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles que había escogido, dándoles el mandato de anunciar el evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,19-20). Fortalecidos con esta misión, los apóstoles "salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban" (Mc 16,20).

Quienes con la ayuda de Dios han acogido el llamamiento de Cristo y han respondido libremente a ella, se sienten por su parte urgidos por el amor de Cristo a anunciar por todas partes en el mundo la Buena Nueva. Este tesoro recibido de los apóstoles ha sido guardado fielmente por sus sucesores. Todos los fieles de Cristo son llamados a transmitirlo de generación en generación, anunciando la fe, viviéndola en la comunión fraterna y celebrándola en la liturgia y en la oración (cf. Hch 2,42).

Wednesday, June 1, 2011

LA VIDA CON CRISTO 
Catecismo de la Iglesia Catolica - Con numero de parrafo

Te animas a escribir un ensayo, poema, obra teatral, o simplemente tus propias conclusiones basado/a en este texto? Busca la forma que mejor exprese tu estilo.

1691. “Cristiano, reconoce tu dignidad pues ahora participas de la naturaleza divina. Recuerda a qué Cabeza perteneces y de qué Cuerpo eres miembro. Acuérdate de que has sido arrancado del error para ser trasladado a la luz del Reino de Dios”, dice San León Magno.

1692 El Símbolo de la fe profesa la grandeza de los dones de Dios al hombre por la obra de su creación, y más aún, por el rescate y la santificación. Lo que confiesa la fe, los sacramentos lo comunican: por “los sacramentos que les han hecho renacer”, los cristianos han llegado a ser “hijos de Dios” (Jn 1,12 ;1 Jn 3,1), “partícipes de la naturaleza divina” (2 Pe 1,4). Los cristianos, reconociendo en la fe su nueva dignidad, son llamados a llevar en adelante una “vida digna del Evangelio de Cristo” (Flp 1,27). Por los sacramentos y la oración reciben la gracia de Cristo y los dones de su Espíritu que les capacitan para ello.

 
1693 Cristo Jesús hizo siempre lo que agradaba al Padre(cf Jn 8,29). Vivió siempre en perfecta comunión con El. De igual modo sus discípulos son invitados a vivir bajo la mirada del Padre ‘que ve en lo secreto’ (Mt 6,6) para ser ‘perfectos como el Padre celestial es perfecto’ (Mt 5,48).

1694 Incorporados a Cristo por el bautismo (cf Rm 6,5), los cristianos están ‘muertos al pecado y vivos para Dios en Jesús’ (Rm 6,11), participando así en la vida del Resucitado (cf Col 2,12). Siguiendo a Cristo y en unión con él (cf Jn 15,5), los cristianos pueden ser ‘imitadores de Dios, como hijos queridos y vivir en el amor’ (Ef 5,1.), conformando sus pensamientos, sus palabras y sus acciones con ‘los sentimientos que tuvo Cristo’ (Flp 2,5.) y siguiendo sus ejemplos (cf Jn 13,12-16).

1695 “Justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios” (1 Co 6,11.), “santificados y llamados a ser santos” (1 Co 1,2.), los cristianos se convierten en ‘el templo del Espíritu Santo’(cf 1 Co 6,19). Este ‘Espíritu del Hijo’ les enseña a orar al Padre (Ga 4, 6) y, haciéndose vida en ellos, les hace obrar (cf Ga 5, 25) para dar ‘los frutos del Espíritu’ (Ga 5, 22.) por la caridad operante. Sanando las heridas del pecado, el Espíritu Santo nos renueva interiormente mediante una transformación espiritual (cf. Ef 4, 23.), nos ilumina y nos fortalece para vivir como ‘hijos de la luz’ (Ef 5, 8.), ‘por la bondad, la justicia y la verdad’ en todo (Ef 5,9.)

1696 El camino de Cristo ‘lleva a la vida’, un camino contrario lleva a la muerte del alma o como dice Mt 7,13 (cf Dt 30, 15-20). La parábola evangélica de los dos caminos está siempre presente en la catequesis de la Iglesia. Significa la importancia de las decisiones morales para nuestra salvación. ‘Hay dos caminos, el uno de la vida, el otro de la muerte; pero entre los dos, una gran diferencia’ (Didaché, 1, 1)

Tuesday, May 31, 2011

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Topic: Process of Sanctification/Justification

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http://www.usccb.org/catechism/text/partthree.shtml